Qi Gong: La herramienta de los terapeutas y los no terapeutas

¿Quién le da mantenimiento a los que nos dan mantenimiento? esa sería una pregunta que siempre sale entre los pacientes y los terapeutas. Sin embargo no es tan sencilla de responder como colocar agujas en el brazo que queda libre.

La Medicina Tradicional China está casi que "privatizada" por la acupuntura, no obstante lo cual existen por lo menos unas cinco o seis terapias propias de la tradición de la medicina china, que observan las teorías que la componen y son tan antiguas como la protagonista acupuntura.

Es curioso que muchos de los profesionales de la medicina tradicional china han llegado a este mundo a través de las artes marciales como el Kung Fu o el Jiu Jitsu, y es que precisamente la tradición taoísta marca objetivos como alcanzar la mayor plenitud en salud, vigor, destreza, longevidad, armonía.

Es por eso que la práctica de las muchas manifestaciones de disciplinas como el Tai Chi, Qi Gong, Ba Duan Jin y otras expresines localizadas entre lo terapéutico y lo marcial, se suscriben perfectamente en lo relacionado a la búsqueda de la salud y el bienestar desde la óptica de la Medicina Tradicional China.

Este tipo de terapéuticas pueden interpretarse como meditaciones en movimiento, que tienen impactos directos sobre las sustancias, tejidos, emociones y desde luego las interacciones de los órganos internos. Algunas de estas disciplinas tonificantes del Jing tienen decenas si no es que cientos de reinterpretaciones como en el caso de los 8 brocados de seda, (Ba Duan Jin).

Y no es que se trate de que las disciplinas agrupadas en el concepto "Jing Gong" (trabajos energéticos vigorizantes) puedan sustituir otros procesos terapéuticos como la moxibustión, el masaje Tuina o la propia acupuntura; pero el ejercicio disciplinado, constante y consciente de estos paquetes terapéuticos pueden ayudar a prevenir y resolver muchas manifestaciones, dolencias y condiciones adversas para la salud.

La clave de actividades como el Qi Gong está, por supuesto en un dominio de sus aspectos coreográficos, sus acentos en la respiración cuando es necesario, pero sobre todo radica en la disposición mental en el flujo del qi como el vehículo que debemos hacer fluir a través de todos los canales y colaterales que integran esa fascinante "fisiología" del qi corpóreo.

Se dice dentro del ambiente del Qi Gong, que para ver resultados palpables hay que practicarlo "diariamente durante mil días". Evidentemente hay que interpretar y acotar esta expresión rotunda, lo cierto es que la intensión y la constancia llevan a sus practicantes a la perfección de los movimientos, y el propio paso del tiempo hace desarrollar en la persona una sensibilidad especial, que puede ser el equivalente directo a la penetración de la aguja en el justo punto donde ocurre la sensación del "De Qi".

Por supuesto el Qi Gong y el resto de los jing gong no son actividades que únicamente deban ser ejecutadas por los profesionales de la medicina tradicional china, sino que cualquier persona puede acercarse a los expertos para ir creciendo en este y otros caminos terapéuticos ligados a la ciencia de la Medicina Tradicional China. Eso sí jamás hay que comparar al Qi Gong o al Tai Chi con ninguna tipo de yoga, ya que pertenecen a expresiones terapéuticas de latitudes y escuelas sin conexión, por más coincidencias que se pudieran encontrar al tratarse de medicinas alternativas.

No hay mejor manera de explicar y percibir los beneficios y alcances que tiene el Qi Gong, que simplemente practicándolo y descubriendo lo mucho que una excelente disciplina como esta puede hacer por la persona, otorgándole un momento de calma, reflexión, consciencia y por supuesto de desbloqueo y trabajo del qi en determinados puntos, signos y síntomas.

Si deseas conocer más sobre dónde aprender y practicar el Qi Gong, acá te contamos un poco más.