Lo que la bufanda le dijo al tapabocas
En medio de la convulsión global por el coronavirus y su pánico, uno de los productos supuestamente
preventivos más socorridos (y agotados) ha sido el tapabocas desechable. Fenómeno de mercado y de caos.
Y sí, efectivamente, cubrir las invaginaciones faciales como nariz y boca representa una buena prevención contra la invasión de la influenza, el popular coronavirus y otro tipo de patógenos. Sin embargo, no se trata de una solución definitiva, ni única. La razón de esta entrada de blog es sensibilizar un poco acerca de lo que representan las estrategias antivirales más allá de tratamientos y alimentos, sino que esta vez tratemos algo más relacionado con lo que la Medicina Tradicional China (MTC) refiere acerca de los ataques virales y bacterianos, a lo que ellos denominan como "viento" (feng).
preventivos más socorridos (y agotados) ha sido el tapabocas desechable. Fenómeno de mercado y de caos.
Y sí, efectivamente, cubrir las invaginaciones faciales como nariz y boca representa una buena prevención contra la invasión de la influenza, el popular coronavirus y otro tipo de patógenos. Sin embargo, no se trata de una solución definitiva, ni única. La razón de esta entrada de blog es sensibilizar un poco acerca de lo que representan las estrategias antivirales más allá de tratamientos y alimentos, sino que esta vez tratemos algo más relacionado con lo que la Medicina Tradicional China (MTC) refiere acerca de los ataques virales y bacterianos, a lo que ellos denominan como "viento" (feng).
En primer lugar, la medicina china ha determinado con su sabiduría ancestral, que los ataques virales son repentinos, inesperados, insospechados, con síntomas que aparecen, cambian y hasta desaparecen furtivamente, a veces en cuestión de minutos u horas. Por esto los denominaron, "ataques de viento".
Por su puesto la transmisión viral tiene muchas mayores probabilidades de ingresar a las capas superficiales por medio de todo orificio natural del cuerpo, debido a que la boca, nariz, ojos, orejas y genitales conservan condiciones de humedad y calor que pueden permitir el ingreso de patógenos.
Esta es quizá la razón por la cual el uso del tapabocas como "solución" resulta algo impreciso e irregular, por muy bien que se aplique y porque un tapabocas también tiene claras limitaciones.
Ante este escenario, el uso de lentes y de bufandas o mascarillas que puedan abarcar también oídos, resultan más útiles. Una opción económica y funcional es el estilo "buff" usado por motociclistas y ciclistas en la ciudad; así como también el uso de lentes que tengan la capacidad de cubrir toda la cuenca ocular, desde los pómulos, bordeando hasta las prominencias óseas donde crecen las cejas.
Eso sí, esta "solución" depende mucho de la calidad de los tejidos, la higiene, su uso, las condiciones climáticas y otros factores. En pocas palabras, no hay un producto mágico que resuelva de una vez y para siempre el riesgo de contagio viral.
Lo que sí es importante es entender que la MTC siempre mira los patógenos más allá de lo fisiológico. Y para ejemplificar, uno de los puntos energéticos más importantes a tomar en cuenta y conservar a salvo ante los Ataques de Viento es el punto Da Zhui, un punto localizado debajo de la vértebra cervical número 7, y que está considerada como una zona de entrada y salida de patógenos fundamental, por ejemplo en todo tipo de afecciones respiratorias.
Otro de los puntos de acceso energético más importantes es Yong Quan, un punto ubicado en la planta del pie, y que dibuja las zonas de origen de canales energéticos de tal importancia como Riñón, Bazo e Hígado.
Otros puntos energéticamente activos son Tian Mu (Tai Yin), Zu Sanli y Tian Tu. Con lo anterior podemos dejar en claro que esta diversidad de puntos y canales nos dan a entender que el desarreglo energético interior de la persona predispone las probabilidades de todo virus, para acceder y generar un desaguisado al interior del organismo.
También resulta apasionante cómo las teorías chinas sobre los niveles de penetración patógena pueden explicar la dinámica de combate entre el sistema inmune "wei qi" y el patógeno invasor "xie qi". La formación tortuga, de uno de los combates de la película china El Acantilado Rojo es un ejemplo muy gráfico acerca de la sabiduría defensiva del cuerpo humano ante los virus y bacterias invasores.
Ante todo, las prevenciones de higiene y salud, así como la suplementación alimenticia correcta, la nutrición correcta, y la virtud de mantener la calma ante las noticias alarmantes, son parte de la mejor estrategia contra toda contingencia viral.
De manera que la posibilidad real de contagio está bastante lejos de la variable dicotómica que puede implicar encontrar o no cubrebocas desechables en el supermercado. La prevención va más allá de cubrir boca y nariz.
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